El consumo de alcohol puede generar importantes repercusiones en la salud física, emocional y social, afectando tanto el entorno personal como el laboral. En el contexto empresarial, el abuso de alcohol puede traducirse en disminución del rendimiento, ausentismo y problemas de relaciones interpersonales.
Las consecuencias del consumo excesivo de alcohol varían según la cantidad y la frecuencia, pero incluyen efectos a corto plazo como accidentes, falta de concentración y deterioro del juicio, así como a largo plazo, con el riesgo de desarrollar enfermedades hepáticas, cardiovasculares y trastornos mentales.